El Servicio de Estudios Geológicos de Estados Unidos dijo que el temblor tuvo una magnitud preliminar de 7.0 y su epicentro se ubicó en una zona montañosa escasamente poblada en el estado de Michoacán, a unos 336 kilómetros al noroeste de la ciudad de Acapulco. Luego lo degradó a 6.5.
El jefe de gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrad, dijo en su cuenta de Twitter que no había novedades en el funcionamiento del metro, los hospitales ni el aeropuerto de la ciudad, y que los servicios estaban funcionando normalmente. “La ciudad sin daños mayores, todos los servicios funcionando sin novedad”, dijo. Varios helicópteros sobrevolaban el distrito federal en este momento.
Racha de temblores
Es el tercer sismo, de fuerte intensidad, que sacude México desde finales de 2011. El movimiento telúrico tuvo su epicentro en la zona costera del estado de Michoacán, en el sur del país.
México vivió el pasado 20 de marzo un terremoto de 7,4 grados en la escala de Richter que causó dos muertos y una docena de heridos, con epicentro en la zona limítrofe de los estados de Guerrero y Oaxaca.
A partir del terremoto de ayer, México ha vivido un total de 378 réplicas de ese temblor. El de este miércoles, en cambio, tiene un epicentro distinto y no puede ser considerado como una réplica del movimiento telúrico del 20 de marzo.
Poco después del temblor de este miércoles, el Servicio Sismológico de México registró una réplica de 4.1 grados en la escala de Richter con epicentro en la misma zona del primer movimiento telúrico.
En Morelia, capital de Michoacán, el temblor se sintió con gran intensidad y las autoridades de protección civil ubicaron el epicentro en La Mira, en el municipio de Lázaro Cárdenas, donde se ubica el puerto homónimo y cercano a la ciudad de Arteaga. Además de Michoacán y en la capital mexicana, el temblor de hoy se sintió al menos en los estados de Colima, Jalisco y León.
Terremotos causan alarma en Indonesia
Dos fuertes terremotos generaron alertas consecutivas de tsunami en Indonesia, lo que provocó que habitantes despavoridos huyeran a terrenos altos. No obstante, no hubo indicios de olas gigantescas ni de daños graves, y la alerta para gran parte del Océano Indico se levantó unas horas después Mujeres y niños se veían llorando en las calles de la provincia de Ache, donde aún se recuerda el tsunami de 2004 que dejó 170,000 muertos tan sólo en esa provincia. Otras personas gritaban “Dios es grande”.
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